¿Es la programación un arte?

Como ya expliqué en mi post, Si lleva cable, ¿es de IT?, son muchos los perfiles informáticos que podemos encontrar en el mundo laboral, pero hoy en concreto os hablaré de mi perfil preferido, el programador, y la relación de éste con el arte, ya que para muchos programadores cada línea de código se convierte en un palacio, hay que escribir despacio, causar sensación y demostrar que el programa perfecto existe… vamos con ello.

Según wikipedia: “La programación es el proceso por el cual una persona desarrolla un programa informático valiéndose de una herramienta que le permite escribir un código”. También, la palabra arte proviene del latín ars, artis que significa “habilidad”, y podría definirse algo así como… “El arte es toda forma de expresión de carácter creativo que puede tener un ser humano”.

El producto de la programación, el programa, en muchos casos, tiene una finalidad estética y comunicativa para expresar ideas o una visión real de un requerimiento. Además, no existe una única forma de programar, el resultado del producto final dependerá mucho de la habilidad del programador, de si programa don código, limpio, o elegante, o simétrico, u óptimo, o solo es capaz de hacer salchichones, etc.

Además, yo pienso que para programar… no solo basta con comprender los conceptos abstractos, herramientas y técnicas; todas esas teorías representan solo una pequeña parte de lo que necesita una persona para convertirse en un programador. Hay otros aspectos como experiencia y curiosidad que pueden tener un peso importante, pero sin duda la creatividad sería una de la característica que no podrían faltar en nuestro perfil de programador ideal. Como he detectado que os fijáis más en las imágenes que en los textos, os dejo una imagen que resume muy claramente este pensamiento.

Evidentemente no todos los programadores son artistas, del mismo modo que no todos los pintores son Van Gogh, pero si puede ser, que la correcta combinación de los conocimientos técnicos, la curiosidad, la experiencia y sobre todo la creatividad, nos dé como resultado la magia de la programación, que es ese lugar ideal, donde las aplicaciones informáticas se convierten en arte.

Por último, si algo identifica a los artistas, son esos momentos de trance creativo. Ese proceso que se lleva a cabo desde la idea inicial hasta el producto final, y que es algo impresionante, a veces pura magia. Durante ese trance, tienes una idea o un requerimiento sobre algo, un proceso que tiene que ser desarrollado, salir de tu mente y pasar por tus dedos mientras lo tecleas. En ese momento, te aíslas de todo signo social para hacerlo más guapo, atrapas cada segundo que tienes para meterte en una burbuja de la que nadie te puede sacar, dejas todo lo demás de lado, por estar en la mesa encorvado, escribiendo líneas de código todo el rato. Si llega el momento de comer, del café, de la pausa… tú sigues escribiendo código mentalmente y tus compañeros se dan cuenta de no estás ahí… estas en tu propio mapa mental, en tu trance creativo.

Y vale, no estas pintando un lienzo o componiendo una canción; pero si estas creando algo nuevo con código desde la nada, y no lo haces de una manera convencional, sino programando, y sin darte cuenta… quizás acabarás creando una obra de arte.

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